Creo que todos tenemos la agradable experiencia de que cuando alguien nos agradece, nos sentimos bien. Los animales manifiestan correspondencia cuando los tratamos bien, pero lo hacen por instinto, no por conciencia. Los humanos, por la facultad del razonamiento, tenemos conciencia del pasado, presente y futuro, y conjuntamente con la voluntad podemos decidir y sostener actitudes y comportamientos que nos favorezcan a todos, como es el saber agradecer.
El pasado martes, 10 de mayo, fuimos en peregrinación a la Basílica de Ntra. Sra. de la Altagracia, Higüey, República Dominicana, alrededor de 400 sacerdotes y 12 obispos del país, a propósito del primer centenario de la coronación canónica del cuadro de la Virgen de la Altagracia, el 16 de agosto de 1922. Aquel encuentro fue un verdadero regalo del Señor para todos que nos fortaleció en la fe, renovó […]
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