Por pura casualidad me encontré con esta escena en el 2004, en una comunidad rural de esta provincia de Santiago de los Caballeros (Rep. Dom.); me presenté y le pedí permiso para tomar esta fotografía, ella con gusto aceptó; su sonrisa expresa la felicidad que siente al estar con su nieta. En víspera del día de las madres en nuestro país, el próximo domingo 29 de este mes de mayo, cae muy bien esta imagen para también resalta el valor y función importante que desempeñan las abuelas en las familias. Ellas han sido y son un claro ejemplo del amor abnegado, sacrificado, transparente y digno de ser continuado; gracias a su presencia y esfuerzo han sabido transmitir valores elementales, morales y espirituales. Gracias al sacrificio que realizan cuidando a los nietos, muchos pueden ir a trabajar y otras labores; aunque ciertamente, no pocos abusan de este amor expresado. Es penoso que hoy, cada vez más, se le reste valor a su presencia y se le considere un estorbo, criterio que denota una mentalidad utilitarista o pragmatista; da pena que hoy en día no se le sepa escuchar, por lo menos, como un gesto de correspondencia o un acto de justicia, primero, por ser persona, y segundo, por la deuda que tenemos quienes hemos sido beneficiados. ¿Cuál será nuestro regalo?
Camino a los Ciruelos, en dirección a Baitoa, dos comunidades rurales de Santiago de los Caballeros, República Dominicana, me encontré en el 2012 con este señor que iba, parece, a realizar un trabajo de soldadura. Portando sus herramientas, a pesar del peso de las mismas lo veo decidido a cumplir su misión; él ni siquiera se dio cuenta de la toma de esta fotografía, fue algo casual y doy gracias […]
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