Un día escuché a un chofer de concho (=transporte público) que le dijo a un anciano que iba cruzando la calle: "Avívese viejo que no tenemos todo el día"; en otra ocasión oí cuando un hijo le dijo a su madre: "Vieja, vieja salga ya, qué tanto se arregla, usted siempre de lenta." Ambas expresiones desdichadas y otras en la misma tónica, son denigrantes, inhumanas, desconsideradas e injustas para aquellos que merecen de los demás el mayor respeto, valoración y cuidado, pues, se gastaron por su familia y la sociedad, dieron lo mejor que tenían. Debiera ser un orgullo tenerlos a nuestro lado, su mera presencia debiera representar el respeto, los valores familiares, alguien a quien podríamos consultar por la larga experiencia de vida. Nuestros adultos mayores merecen y necesitan mayor cuidado y atención. Propongo tomar en cuenta lo siguiente:
- Escúcheles
- Valóreles
- Perdóneles
- No solo alimentos y medicinas.
- Caminar y pasear es salud para ellos, si es con uno de sus hijos (a), mejor.
- Ábrale espacio en su agenda.
- No los tratemos como niños.
- Respete el orden de sus cosas personales.
- Su palabra u opinión vale.
- Ellos también tienen un horario y ritmo de vida, avísele con tiempo si se trata de otra actividad en la que participarán.
" Ojalá que usted y yo lleguemos a la tercera edad."
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